La intervención consistió en reformar una vieja casa que tenía la familia en su finca y ampliarla con un anexo moderno, pero de forma que no desentonara una pieza y la otra.
Se aprovechó que coincidía la mejor orientación con las mejores vistas: la vivienda se abre al sur buscando luminosidad y se cierra al norte, abrigándose de los vientos del norte, especialmente molestos en esa zona en invierno.
El resultado, climáticamente, espectacular.